España es famosa por su elevada carga fiscal, aunque no llega a niveles extremos como ocurre en otros países europeos. Gracias a la recaudación de impuestos, el país mantiene un nivel de vida digno para la población, incluida una atención médica de alta calidad. Sin embargo, recomendamos encarecidamente que cualquier persona que esté considerando comprar bienes raíces residenciales o comerciales estudie cuidadosamente la lista de posibles obligaciones fiscales para extranjeros y analice cuidadosamente todos los pros y los contras. Es importante tener en cuenta que los extranjeros que no tienen el estatus de residente permanente y viven en otro país durante más de seis meses en un año calendario deben pagar impuestos más altos. Pero, ¿cuáles son exactamente los impuestos adicionales sobre bienes inmuebles en España para ciudadanos extranjeros?
En primer lugar, esto se aplica al impuesto sobre la renta de las personas que no tienen residencia permanente en España. Las personas que poseen propiedades en el país deben presentar una declaración de impuestos una vez al año. En el caso de la actividad emprendedora, la necesidad de presentar una declaración surge trimestralmente. Para la propiedad de bienes inmuebles, la tasa impositiva se fija en el 24%, y para los ingresos por transacciones financieras, la tasa varía y puede oscilar entre el 35 y el 40%, dependiendo del tipo de transacciones. Todos los demás impuestos para residentes y no residentes son los mismos.
En España, un país con un paisaje marino vibrante y el confort europeo, el mercado inmobiliario es atractivo para los inversores, sin embargo, se deben tener en cuenta las siguientes obligaciones fiscales:
Impuesto sobre la transmisión de la propiedad
Este impuesto es obligatorio para la compra de propiedades residenciales secundarias, que constituyen una gran parte de las transacciones de mercado. La cuantía del impuesto varía: en Cataluña y Andalucía oscila entre el 7 y el 10%, en Madrid es del 9-10%, y en Asturias es del 6 al 8%.
Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA)
Las nuevas construcciones en España están sujetas al IVA, ahora la tasa es del 10% para los edificios residenciales y del 21% para las propiedades comerciales. También tendrás que pagar un arancel, que varía entre el 0,75% y el 1,5%.
Tributación de la Propiedad de la Propiedad
Los propietarios de inmuebles en la costa española, incluyendo la popular Costa Brava y Marbella, están sujetos a las siguientes obligaciones fiscales:
Impuesto Municipal sobre Bienes Inmuebles
Dependiendo de la ubicación del objeto y su tipo, puede oscilar entre el 0,4 y el 1%.
Impuesto sobre la renta
Es aproximadamente igual al 2% y se calcula sobre la base de los ingresos y gastos declarados.
Impuesto sobre el Patrimonio
Este impuesto se aplica a los bienes inmuebles de más de 700.000 euros y puede llegar al 1-2%.
Obligaciones tributarias en la venta de bienes inmuebles
Ahora es un período favorable para vender, pero los expertos asumen un aumento futuro de los precios. Al vender propiedades, los propietarios pagan el impuesto sobre las ganancias de capital, cuyas tasas varían según la región.
Aspectos fiscales a la hora de solicitar una hipoteca
Las hipotecas en España se conceden a tipos de interés bajos y permiten financiar hasta el 80% del valor del inmueble. Aunque no existen impuestos hipotecarios, es necesario tener en cuenta los gastos de notaría, tramitación de préstamos y tasación. Los préstamos hipotecarios también pueden tener un impacto positivo en el monto del impuesto sobre la renta.
El impuesto sobre bienes inmuebles en España para residentes y no residentes tiene sus propias características, y es importante conocer las diferencias para evitar gastos inesperados. El impuesto anual sobre bienes inmuebles en España, que grava tanto a los extranjeros como a los ciudadanos del país, requiere atención a la hora de calcularlo y pagarlo a tiempo. Puede pagar el impuesto sobre la propiedad a través de las autoridades fiscales locales o las instituciones bancarias siguiendo los procedimientos establecidos. En general, una gestión competente de las obligaciones fiscales ayudará a evitar costes innecesarios y hará que ser propietario de una propiedad en España sea menos costoso y más predecible.